viernes, 3 de mayo de 2013


El banquete de Severo Arcangelo
de Marechal, Leopoldo
 
 
Por  Carolina Reartes




Primera edición: 1965



Editorial: Seix Barral, Buenos Aires, 2009.



288 páginas.





Leopoldo Marechal nace en Humahuaca 464, Ciudad de Buenos Aires, el 11 de junio de 1900. Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista. Fue maestro y profesor de enseñanza secundaria. Durante el período 1944-1955 ocupó cargos oficiales. Esta última circunstancia lo llevó al enfrentamiento político con antiguos compañeros de generación literaria y relegó su propia obra al olvido durante dos décadas.



En 1926 viaja por primera vez a Europa, frecuenta en España a los redactores de La Gaceta Literaria y la Revista de Occidente, y se reúne en Francia, con los pintores y escultores del llamado "grupo de París": Butler, Basaldúa, Berni, Bigatti, Forner, Fioravanti, Spilimbergo. En 1929 realiza su segundo viaje a Europa. En 1930, en París, escribe los capítulos iniciales de Adán Buenosayres .Se casa con María Zoraida Barreiro, quien habría de fallecer en 1947, y a quien dedica Laberinto de Amor. En 1948 viaja otra vez a Europa. En 1950, decide convivir con Elbia Rosbaco, inspiradora de algunos de sus poemas. Muere en 1970 en Buenos Aires.



Lo autobiográfico en lo literario es, quizá un rasgo definitorio que se puede apreciar a través de la prosa impecable del autor.



El banquete de Severo Arcangelo es sin lugar a dudas una de las mejores novelas de la literatura argentina, conforma la segunda parte de la trilogía, junto a “Adán Buenosayres” y que culmina con “Megafón o la Guerra”.



El banquete…se inicia con una fecha puntual…”14 de abril de 1963” lo que implica la contextualización de la obra desde el mismo autor, cabe destacar que América Latina vivía también su propia crisis social, con la caída de movimientos políticos nacionales como el peronismo, o el reciente surgimiento de la Revolución Cubana. En la Argentina, el gobierno conciliador de Arturo Frondizi acababa de caer víctima de un golpe de Estado. En estas circunstancias Marechal, recluido en su departamento de la calle Rivadavia, siente la necesidad de justificar su compromiso político con un movimiento del cual fue no sólo partícipe sino teórico, según propia confesión, y acaso de reactivarlo.

El lector tiene en sus manos una historia llena de símbolos: en su lecho de muerte, y en jueves Santo, Lisandro Farías, héroe-protagonista de la historia, siente la necesidad de exponer los aspectos fundamentales de su vida de carácter existencialista quién soy y porqué me dejé ganar por la empresa del Viejo Cíclope. Nos será dado asistir al periplo de conversión y participación en un plan salvador. Su recorrido, conversión e iluminación es el eje narrativo de la obra. Completará su viaje, que incluye un paso por zonas infernales, en el acceso a la Zona Vedada donde el hermano Pedro lo inserta en una cruz pintada en la pared.
Severo Arcángelo es el convocante de ese formidable operativo de intranautas al que invita a treinta y tres comensales, número simbólico que sustituye a los ciento cuarenta y cuatro elegidos del Apocalipsis: son los constructores del Arca de Noé, los que han de salvarse en el tiempo de la destrucción. Su figura apunta a un referente histórico cuyo reconocimiento se deja abierto al lector, pero asume rasgos de diversos personajes, incluido el autor.

En el camino hacia la ascensión Lisandro Farías conocerá varios personajes histriónicos, como el gran iniciado Pablo Inaudi, en quien podemos reconocer una alusión a San Pablo, y el propio Cristo, cuyo ejemplo lo decide a montar los preparativos del mítico Banquete, pospuesto y sin embargo presente, que da sentido a la existencia de los invitados, al hacerlos pasar de la Vida Ordinaria al Gran juego providencialista, y Tres Monólogos grabados en cinta magnetofónica, que recuerdan otros mensajes de la época.

En el primero reflexiona acerca de una nueva jugada política que indudablemente adquiere una significación más precisa cuando se piensa en la fecha de composición de la obra. En el segundo habla de sí mismo, presentándose en su plena responsabilidad histórica como conductor del pueblo hacia su redención. En el tercero medita sobre las palabras, y hace un llamado a la purificación del lenguaje que adquiere el valor de una auténtica renovación de la cultura.

Otros personajes que son ocasionales portavoces del autor, tales como el científico Frobenius, nos traslada sus preocupaciones cósmicas, o el profesor Bermúdez, frecuentador de los clásicos, o Gog y Magog, bíblicos opositores de todo proyecto salvador, que al final muestran su adhesión al Gran Macaco, mico de Dios.
El relato, llevado con humor y exageración escénica, enlaza míticos espacios como la Casa Grande, o el Centro Mítico del Tuyú, con las instancias de un accionar espiritual, que incluye distintas peripecias.
Hacia el final, Marechal editor retoma la palabra, luego de recibir el último testimonio de Lisandro. Él mismo considera que el mensaje debe ser transmitido por su propia salvación, hecho que nos coloca una vez más ante la reafirmación marechaliana, cristiana en esencia, de la literatura como verdad. Por la vía oblicua de la ficción, el escritor cristiano apunta al compromiso y la verdad, haciendo un perceptible llamado a sus lectores a prolongar el movimiento redentorista de la obra.
Marechal, como todo auténtico maestro, nos va entregando claves de lectura de su libro. ¿No se intentaría en el Banquete un formidable juego de símbolos? Y en efecto nos provee sucesivas definiciones del símbolo, hay infinidad de alegorías, intertextualidades ocultas e indicaciones sobre la relación del texto con la historia real que el lector sabrá apreciar y aprovechar. La novela se despliega como un documental de imágenes cifradas que incluye su propia teorización. Habla el autor de su "vocación por la farsa" y de la "reducción o liberación por el absurdo".
Embarcado en una temática de final de los tiempos, Leopoldo Marechal hace la crítica más profunda y reveladora que hayamos podido leer en estas últimas décadas acerca de las vicisitudes de la civilización occidental, la injusta relegación de verdaderos objetivos humanos y la banalización de la cultura.


Obra sugerida para la cosmovisión alegórica de 6to de literatura, aunque presenta varios pasajes de humor, sátira y parodia que pueden ubicarla en la cosmovisión cómica.


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