(Reseña para la cosmovisión de Ruptura y
Experimentación)
Zona de ruptura
Por Sebastián Ramiro Ampudia
El libro En la zona de Saer se divide en
dos partes: la primera, completamente de vanguardia; la segunda,
unida temáticamente.
La ruptura en esta obra del autor santafecino
(dicho sea de paso, su primer antología cuentística) se da en el
comienzo, cuando no podemos leer los primeros dos cuentos en orden
inverso, puesto que uno es necesariamente la continuación del otro.
«Un caso de ignorancia»
es lo que sucede cuando matan a Rivarola, que ya no tiene poder, cuya
disputa con Atilio lo lleva a la muerte. La muerte y la desgracia de
Olga, la mujer del Tucumano (como lo conocían a Rivarola) se cuentan
en «Fuego para Rivarola».
Pero el lugar central del entramado de estos dos relatos iniciales es
la Chola, una mujer que regentea el prostíbulo de Atilio y que ya no
se siente segura con Rivarola. Esta forma de distribuir la historia
en dos cuentos hace que el libro difumine su verdadero género
narrativo y se confunda con la novela. El argumento continúa sus
ramificaciones en otros relatos como «Bravo»,
en el cual las decisiones de Atilio en verdad las toma la Chola,
quien debe aceptar o negar que la Blanca, una prostituta, se vaya con
un cliente.
Podemos leer sin un orden necesario los relatos
«También Bruto», «La dosis», «Los amigos», «Solas», los
cuales integran la primera parte (subtitulada zona del puerto).
Si bien los personajes y lo que se cuenta puede relacionarse con
otros relatos, encuentran una narración intempestiva. «Paso de
baile, un poema» continúa con la ruptura estructural, ya que
inserta versos de estilo arrabalero que contextualizan la época y
los hechos del resto de los cuentos y quizá sea un posible
justificativo del título.
En la segunda parte (subtitulada más al
centro), si bien comparten algún aspecto temático con el resto
de los cuentos, es posible leerlos sin orden y con total
independencia de otros. Aunque es en esta última que el autor
despliega toda su poética y construye personajes familiares para los
lectores de sus otros libros: Tomatis, Pichón, Barco, etcétera. La
travesía de este apartado se inicia con «El
asesino», un cuento breve y con un
golpe de efecto que radica en la duda, de si el escritor protagonista
fue el homicida de una mujer en la realidad o en la ficción. Luego,
«Transgresión»
cuenta el enamoramiento de un adolescente hacia su prima, más grande
en edad que él, la cual refiere la situación de un aborto que se le
practico por orden de sus padres, para no generar decires
acerca de un hijo bastardo, en el contexto siempre de la vida
pueblerina. «Tango del viudo»
y «Algo se aproxima»
refieren dos argumentos muy particulares, ambos que tienen la
nostalgia como punto de partida y de llegada, uno con un solo
personaje, y el otro con un grupo de amigos.
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