lunes, 13 de mayo de 2013


(Reseña para la cosmovisión de Ruptura y Experimentación)
 

Zona de ruptura



Por Sebastián Ramiro Ampudia
 
 


Libro de cuentos de ruptura: En la zona de Juan José Saer


El libro En la zona de Saer se divide en dos partes: la primera, completamente de vanguardia; la segunda, unida temáticamente.
 
La ruptura en esta obra del autor santafecino (dicho sea de paso, su primer antología cuentística) se da en el comienzo, cuando no podemos leer los primeros dos cuentos en orden inverso, puesto que uno es necesariamente la continuación del otro. «Un caso de ignorancia» es lo que sucede cuando matan a Rivarola, que ya no tiene poder, cuya disputa con Atilio lo lleva a la muerte. La muerte y la desgracia de Olga, la mujer del Tucumano (como lo conocían a Rivarola) se cuentan en «Fuego para Rivarola». Pero el lugar central del entramado de estos dos relatos iniciales es la Chola, una mujer que regentea el prostíbulo de Atilio y que ya no se siente segura con Rivarola. Esta forma de distribuir la historia en dos cuentos hace que el libro difumine su verdadero género narrativo y se confunda con la novela. El argumento continúa sus ramificaciones en otros relatos como «Bravo», en el cual las decisiones de Atilio en verdad las toma la Chola, quien debe aceptar o negar que la Blanca, una prostituta, se vaya con un cliente.
 
Podemos leer sin un orden necesario los relatos «También Bruto», «La dosis», «Los amigos», «Solas», los cuales integran la primera parte (subtitulada zona del puerto). Si bien los personajes y lo que se cuenta puede relacionarse con otros relatos, encuentran una narración intempestiva. «Paso de baile, un poema» continúa con la ruptura estructural, ya que inserta versos de estilo arrabalero que contextualizan la época y los hechos del resto de los cuentos y quizá sea un posible justificativo del título.
 
En la segunda parte (subtitulada más al centro), si bien comparten algún aspecto temático con el resto de los cuentos, es posible leerlos sin orden y con total independencia de otros. Aunque es en esta última que el autor despliega toda su poética y construye personajes familiares para los lectores de sus otros libros: Tomatis, Pichón, Barco, etcétera. La travesía de este apartado se inicia con «El asesino», un cuento breve y con un golpe de efecto que radica en la duda, de si el escritor protagonista fue el homicida de una mujer en la realidad o en la ficción. Luego, «Transgresión» cuenta el enamoramiento de un adolescente hacia su prima, más grande en edad que él, la cual refiere la situación de un aborto que se le practico por orden de sus padres, para no generar decires acerca de un hijo bastardo, en el contexto siempre de la vida pueblerina. «Tango del viudo» y «Algo se aproxima» refieren dos argumentos muy particulares, ambos que tienen la nostalgia como punto de partida y de llegada, uno con un solo personaje, y el otro con un grupo de amigos.
 
 
 

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